REGLA Nº 1:
Tus problemas cutáneos no son parte de tu esencia.
Si los neutralizas, mostrarás una imagen de ti
mucho más cercana a lo que verdaderamente eres.
REGLA Nº 2:
Puedes mejorar tu aspecto sin perjudicar tu piel.
La belleza con "daños colaterales" no tiene sentido. Hay
que cuidar y proteger la piel mientras la embellecemos.
REGLA Nº 3:
La gestión de tu aspecto no es una frivolidad.
En esta vida puedes estar a merced de tus traumas, miedos, complejos, etc. o puedes aprender a gestionarlos.
REGLA Nº 4:
Cuando estás cómoda con tu imagen te empoderas.
Cuando gestionas la manera en la que te presentas a los demás, realmente estás cultivando tu autoestima.