Los cambios de estación deberían ser tomados con más consideración. Tienen un impacto muy grande en nuestra salud. El simple hecho de cambiar de hora a finales de Marzo provoca un gran cambio en nuestros horarios: todos nuestros relojes circadianos deben volver a estructurarse y estabilizarse.
El alargamiento de los días también afecta a nuestro cuerpo. Se ha visto que disfrutar de más horas de sol al día tiene efectos muy positivos en nuestro organismo: una mayor secreción de vitamina D, un estado de ánimo más positivo, un cuerpo más enérgico y fuerte… Pero también hay que tener cuidado, porque una exposición mayor al sol, si no estamos bien protegidos, puede ser muy dañina para nuestra piel.
La primavera también es la época de las alergias, de los resfriados y de la astenia. Hoy queremos hablarte de cómo la llegada de la primavera afecta a nuestra piel y que herramientas pueden ayudarte a cuidarla y protegerla.
Los cambios de estación: de Invierno a Primavera.
La primavera es una época inestable. Los días de calor y sol pueden dejar paso, de forma repentina, a grandes diluvios y bajadas de temperatura.
Esto afecta directamente a nuestro sistema inmunológico que debe trabajar con ahínco para mantenernos sanos y protegidos.
La piel es el órgano más grande de nuestro organismo: su aspecto refleja la salud interna de nuestro cuerpo. Un sistema inmune sano y fuerte se verá reflejado en una piel luminosa y viva. Un sistema inmunitario débil e inestable puede desencadenar, por otro lado, diferentes sintomatologías. De hecho, existe un sistema inmunológico cutáneo, pues la piel también actúa como barrera de protección ante los gérmenes del exterior.
Estar expuestos a grandes cambios climatológicos puede tener, por lo tanto, una repercusión en nuestra salud cutánea. No te alarmes si ves algo diferente en tu apariencia: existen diferentes herramientas para volver a tu equilibrio y homeostasis.
¿Qué efectos tiene la primavera en nuestra piel?
- Al aumentar las horas de sol y pasar más tiempo al aire libre, estamos más expuestos a radiaciones solares, que agreden directamente a nuestra piel si no nos fotoprotegemos correctamente, y a elementos contaminantes nocivos para la piel, que penetran a través de la epidermis, activando una serie de procesos bioquímicos. Se aumenta la producción de radiales libres de oxígeno, provocando una mayor oxidación de lípidos y proteínas epidérmicas, y reduciendo la capacidad antioxidante protectora de la piel. Por otro lado, se reducen los niveles celulares de producción de ATP, la energía celular, por lo que hay menor renovación. Clínicamente, se ha observado un aumento de manchas y arrugas durante esta temporada del año.
- Al aumentar las temperaturas, transpiramos más. El sudor puede hacer que nuestra piel esté más grasa, así que será importante utilizar cosméticos naturales y ecológicos para pieles grasas y/o mixtas y utilizar mascarillas refrescantes.
- El cambio brusco de temperatura, pasando de la sequedad del invierno a la humedad de la primavera, puede deshidratar nuestra piel. Así pues, tenemos que beber más agua, comer más alimentos hidratantes como las frutas y verduras y utilizar cremas hidratantes adaptadas a nuestra tipología tópica.
- La aparición de la flores también aumenta la probabilidad de sufrir de alergias. Personas con piel sensible o patologías cutáneas, como el acné o la dermatitis atópica, pueden sentir más irritación en la piel y sufrir de picor, granitos, sequedad, ardor…
Herramientas para proteger nuestra piel en Primavera.
Para protegernos frente a todos estos cambios medioambientales es importante:
- utilizar diariamente protección solar de alto espectro,
- exfoliar la piel una vez a la semana para eliminar las células muertas,
- hidratar la piel en profundidad, a través de una alimentación plant-based, infusiones y mucha agua, cosméticos naturales y ecológicos adaptados a cada tipo de piel,
- en caso de tener una piel muy sensible y reactiva, es importante utilizar cremas calmantes específicas para combatir irritaciones, picor o ardor en la piel,
- utilizar maquillaje natural de calidad, ecológico, sin disruptores endocrinos, que respete las funciones vitales de la piel, como lo son la respiración o depuración…
Además, la primavera trae consigo las ganas de vernos más naturales y auténticos. En Aina de Mô nos sentimos muy identificados con esta época del año, donde el color de las flores, la frescura de lo nuevo y el olor embriagante de los campos nos invitan a seguir un estilo de vida más natural y sencillo.
Mae Knapnougel